Chaac, dios de la lluvia, el rayo, el relámpago y el agua en general. Uno de los principales dioses mayas, tal vez el más venerado y representado, sobre todo en la península de Yucatán durante el periodo Posclásico. Equivalente al Tláloc de los aztecas y a Pitao Cocijo de los zapotecas.
A Chaac se le representa con una nariz parecida a una trompa y dos colmillos encorvados hacia atrás que salen de su boca. El adorno que lleva en la cabeza, es por lo general una faja anudada. El jeroglífico de su nombre tiene un ojo que en el Códice Madrid con la forma de una "T".
Relatos mitológicos cuentan que Chaac moraba en las cuevas o cenotes (depresiones acuíferas) que eran también la entrada al inframundo, que utilizaba un hacha para golpear las nubes y causar los truenos y la lluvia; otros que Chaac era hermano del Sol y cometió adulterio con la esposa de este, arrepentido llora y esto es lo que causa la lluvia.
Era una deidad benévola asociada con la creación y la vida, la de mayor ascendencia popular, el pueblo la invocaba para obtener buenas cosechas.
Uno de los rituales en su honor consistía en arrojar jóvenes a los cenotes, a algunos se les dejaba ahogarse, a los que sacaban pensaban que habían adquirido poderes adivinatorios. Descubre todo lo que necesitas saber sobre el Caribe en el Viaje del Pirata.
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